El cobre desempeña un papel clave en el bronceado saludable. Además de proteger la piel del sol, consumir alimentos ricos en cobre como mariscos, vísceras, legumbres y frutos secos puede mejorar la acción de los protectores solares. La vitamina C también es fundamental para la protección de la piel y se encuentra en frutas y verduras. En caso de no consumir suficiente, se recomienda tomar suplementos. El cobre, aunque menos conocido, se encuentra en alimentos mencionados anteriormente. Si no se consumen en cantidad adecuada, la nutricosmética es una opción para obtener los niveles recomendados diarios.
Ideal para un bronceado uniforme
El cobre es vital para la síntesis de melanina en nuestra piel, lo que asegura un bronceado uniforme. Además, actúa como antioxidante protegiendo contra los radicales libres y promoviendo la producción de colágeno y elastina, fundamentales para una piel firme y elástica. Combinado con retinol, potencia sus beneficios antienvejecimiento. Es una opción recomendada para pieles sensibles y reactivas debido a su capacidad calmante y protectora. Para aquellos que buscan alternativas al retinol en verano, el cobre es una excelente elección. En resumen, el cobre es esencial para un bronceado saludable y presenta propiedades antioxidantes y antienvejecimiento para el cuidado de la piel.
Combate el acné
El cobre no solo es beneficioso para lograr un bronceado uniforme, sino que también tiene propiedades destacables para combatir el acné y mejorar la apariencia de la piel. Los derivados del cobre pueden ser una alternativa efectiva a los retinoides, brindando beneficios similares e incluso potenciando los resultados. Gracias a sus propiedades antiinflamatorias, el cobre puede reducir la inflamación, promover la cicatrización y calmar la piel, lo que lo convierte en una opción recomendada para personas con acné, rosácea o piel reactiva. En cremas y productos para el cuidado de la piel, el cobre muestra su eficacia en el tratamiento de imperfecciones y problemas cutáneos.
Efecto antioxidante
El cobre en las cremas no solo protege la piel de los radicales libres, sino que también tiene un poder antiedad impresionante. Al ser un cofactor esencial en la síntesis de colágeno y elastina, el cobre ayuda a mantener la piel firme, elástica y estimula la regeneración celular. Incluso se ha demostrado que puede competir con el retinol en términos de efectividad antienvejecimiento. Combinados, el cobre y los retinoides multiplican sus propiedades, pero para pieles sensibles y reactivas, el cobre es una opción mejor, gracias a su capacidad calmante y protectora. Además, aquellos que quieran iniciarse en productos antienvejecimiento pueden optar por el cobre antes que el retinol, especialmente durante el verano, ya que el retinol y el sol no se llevan bien. Recuerda aplicar retinol solo por la noche y usar una crema solar con alta protección durante el día.