Naciones Unidas reprendió a Moscú por negar el acceso de sus trabajadores humanitarios a las áreas ocupadas por Rusia afectadas por el reciente colapso de la represa de Kakhova en el sur de Ucrania, que dejó varados a los residentes, amenazó el suministro de energía y causó una calamidad ambiental a medida que la la guerra se acerca a los 16 meses.
La coordinadora humanitaria de la ONU para Ucrania, Denise Brown, dijo en un comunicado que la organización se ha comprometido con Moscú y Kiev, cada uno de los cuales ocupa partes de la región sur de Jersón donde se encuentran la presa y el embalse, para abordar la “destrucción devastadora” causada por la ruptura del dique.
El gobierno ruso “ha rechazado hasta ahora nuestra solicitud de acceder a las áreas bajo su control militar temporal”, dijo Brown.
“Instamos a las autoridades rusas a actuar de acuerdo con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario”, agregó su declaración.