Los llamados “antinutrientes” —compuestos naturales presentes en legumbres, semillas y verduras— generan debate en el ámbito nutricional, aunque estudios recientes señalan que, con una correcta preparación, pueden ser aliados de la salud. Según un informe de Forbes, estos compuestos como oxalatos, lectinas y fitatos, cumplen funciones defensivas en las plantas y solo resultan perjudiciales si se consumen en exceso o sin cocción adecuada.
Los oxalatos, por ejemplo, se encuentran en espinaca, acelga y remolacha, y pueden reducir la absorción de minerales como calcio o hierro. No obstante, hervir estos vegetales elimina hasta un 80% de los oxalatos solubles. Las lectinas, presentes en porotos y cereales, pierden su toxicidad tras la cocción, conservando sus beneficios antiinflamatorios.
Por su parte, los fitatos actúan como antioxidantes naturales, aunque pueden limitar la absorción de minerales si no se remojan o fermentan los alimentos. Los bociógenos del brócoli y la col también pierden impacto al cocinarse.
En síntesis, los especialistas coinciden en que los antinutrientes no son dañinos dentro de una dieta variada y equilibrada, y que su correcta preparación potencia los beneficios nutricionales de las plantas.

