El presidente del Brasil, Jair Bolsonaro, ya superó todas las expectativas a lo largo de los meses de cuarentena a los que el mundo se tuvo que someter para frenar la propagación del Covid-19.
Ahora, mientras sus “amos” del norte se vacunan en público, como el mismo vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, afirma que la vacuna contra el Covid-19, producida por Pfizer, puede tener efectos colaterales, y, más desquiciado que nunca, dijo que “si te conviertes en un yacaré, es tu problema”.
Como si no hubiera sido bastante su campaña en contra del uso del tapabocas, todo el tiempo que negó la existencia del virus, al que calificó como una “gripeciña”, ahora está empecinado en atacar la vacuna contra el Covid-19, haciendo campaña en contra y diciendo que “yo no la voy a tomar”.
Como la cabra, que no se mira la cola, acusó de “imbéciles e idiotas” a quienes lo critican por asumir esta postura, y se ratificó en su delirio a pesar del terrible daño que su postura irresponsable, propia de un “imbécil e idiota” causó a su país, en donde los contagios siguen aumentando sin control.
Entre los alucinantes argumentos que utiliza para combatir la vacuna, centrándose en los supuestos efectos colaterales, ya afirmó que “cambia el sistema inmunológico de las personas” y ahora lanzó que “si te conviertes en un yacaré, es tu problema”.
“Algunos hablan de que estoy dando un mal ejemplo. El imbécil, el idiota que está diciendo que estoy dando un pésimo ejemplo… Yo ya tuve el virus, yo ya tengo anticuerpos. ¿Para qué tomar una vacuna de nuevo?, lanzó.
También criticó a Pfizer, expresando que “y otra cosa que tiene que quedar bien clara. La Pfizer, está muy claro en el contrato: ‘Nosotros no nos responsabilizamos por cualquier efecto colateral’. Si te conviertes en un yacaré, es tu problema. Si te conviertes en superhombre, si le nace barba a una mujer o un hombre empieza a hablar fino, no tienen nada que ver. Y, lo que es peor, cambia el sistema inmunológico de las personas”.
Las declaraciones del desquiciado Bolsonaro se produjeron el mismo día que la Corte Suprema del Brasil estableció que la vacuna contra el Covid-19 sea obligatoria, y que estados y municipios pueden imponer sanciones a quienes no obedezcan.
