Un bombero voluntario de Yguazú, en el Departamento de Alto Paraná, salvó la vida de un bebé de un mes que se había atragantado con un grano de choclo. El incidente ocurrió en la noche del martes, cuando la madre del niño, desesperada, lo llevó al cuartel de bomberos tras notar que su hijo no podía respirar.
Según el capitán Daniel Gómez, quien estaba de turno en ese momento, el pequeño ya mostraba signos de asfixia y se encontraba morado y débil. Ante la situación crítica, el bombero aplicó de inmediato la maniobra de Heimlich, una técnica que consistió en realizar presiones abdominales para desalojar la obstrucción. En cuestión de segundos, el bebé recuperó la respiración. Sin embargo, para estabilizar al pequeño, los bomberos le suministraron oxígeno durante cuatro minutos, lo que permitió normalizar su color y condición.
El incidente fue registrado por las cámaras de seguridad del cuartel, donde se vio la acción rápida y eficaz del bombero y su equipo. “Fueron momentos de mucha tensión, pero ver que pude hacer la diferencia en la vida de este bebé me conmovió profundamente”, comentó Gómez, visiblemente emocionado.
Tras los primeros auxilios, el bebé fue trasladado en ambulancia para seguir con los cuidados médicos. Su madre había manifestado su intención de llevar al pequeño a un médico para un chequeo completo. Afortunadamente, el hecho terminó con un desenlace positivo gracias a la pronta intervención de los bomberos voluntarios.
Este heroico rescate resalta la importancia de la capacitación en primeros auxilios y la labor de los bomberos voluntarios en situaciones de emergencia.