En el aniversario de la Victoria de Boquerón, recordamos uno de los episodios más heroicos de la historia paraguaya. El 29 de septiembre de 1932, tras 20 días de intenso combate, el Ejército Paraguayo logró una victoria decisiva sobre las fuerzas bolivianas en el Fortín Boquerón, marcando un punto de inflexión en la Guerra del Chaco.
La batalla comenzó el 9 de septiembre, cuando las tropas paraguayas, superadas en número y armamento, se lanzaron a la reconquista del fortín ocupado por Bolivia. A pesar de las desventajas, los soldados paraguayos demostraron una valentía y determinación extraordinarias, enfrentándose a un enemigo mejor equipado y más numeroso.
Durante tres semanas, los paraguayos resistieron las duras condiciones del Chaco, luchando no solo contra el enemigo sino también contra la sed, el calor y el agotamiento. Su inquebrantable espíritu de lucha y su profundo amor por la patria les permitieron superar todos los obstáculos.
La Victoria de Boquerón se convirtió en un símbolo de la resistencia y el coraje del pueblo paraguayo. Este triunfo no solo representó un logro militar, sino que también infundió una nueva moral en las tropas y en toda la nación. A partir de ese momento, el Ejército Paraguayo inició una ofensiva imparable que culminaría con la expulsión total de las fuerzas bolivianas del territorio nacional.
Este hecho histórico nos recuerda el valor de aquellos que defendieron la soberanía paraguaya contra todo pronóstico. La Victoria de Boquerón permanece como un testimonio eterno del coraje, la determinación y el patriotismo del pueblo paraguayo, inspirando a las generaciones futuras a defender con igual fervor los ideales de libertad y soberanía nacional.
