Brasil requerirá 13 gigavatios (GW) adicionales de capacidad firme de generación eléctrica para 2028, según un informe de Aurora Energy Research, que proyecta una demanda de hasta 49 GW adicionales hacia 2040. El estudio señala que la necesidad energética podrá ser cubierta mediante nuevas plantas térmicas, hidroeléctricas y sistemas de almacenamiento con baterías (BESS).
Aurora destacó que el 84% de la capacidad instalada brasileña depende de factores climáticos, mientras que la energía solar y eólica, ambas intermitentes, ya representan el 40% de la matriz. En consecuencia, el país enfrenta una creciente dependencia de las centrales térmicas para atender los picos de demanda, especialmente en horas nocturnas, cuando la generación solar cae a cero.
El organismo regulador Aneel advirtió que el riesgo de desabastecimiento eléctrico aumenta, con una probabilidad del 28% de pérdida de carga para 2026, frente al 12% del año anterior. Además, el auge de proyectos de hidrógeno verde y centros de datos plantea nuevos desafíos por su alta demanda y baja flexibilidad operativa.
El gobierno prepara nuevas subastas de capacidad para 2026, con el objetivo de fortalecer la red eléctrica e incentivar el almacenamiento energético.

