La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) utilizó durante años máscaras de espionaje tan avanzadas como las vistas en la saga cinematográfica Misión Imposible, según reveló Jonna Mendez, ex jefa de disfraces de la institución. Durante una entrevista en CBS Mornings, Mendez explicó que estas máscaras permitían alterar no solo el rostro de un agente, sino también su género y etnia, y que fueron empleadas en operaciones reales con gran eficacia.
“La idea de una máscara que pudieras poner y quitar rápidamente era muy real”, aseguró Mendez. Relató que durante una presentación frente al entonces presidente George H. W. Bush y altos funcionarios, nadie notó que usaba una de estas máscaras hasta que se la retiró. Solo el director de la CIA estaba al tanto del truco.
Las máscaras eran tan realistas que incluso permitían gestos básicos como sonreír. Los agentes podían aplicarlas en segundos, sin espejo y en la oscuridad, lo que facilitaba su uso en condiciones de campo.
Por otro lado, el director Christopher McQuarrie reveló una escena extrema de Misión Imposible 8, en la que Tom Cruise pilota un biplano a 10.000 pies y camina sobre el ala en pleno vuelo. El actor realizó la peligrosa acrobacia sin dobles, sin radio y superando los 12 minutos expuesto al viento y la baja oxigenación. La escena fue tan arriesgada que el equipo temió por su vida.
Cruise logró reincorporarse a la cabina justo antes de quedarse sin combustible y aterrizó el avión sin ayuda. “Nadie en el mundo puede hacer eso”, afirmó McQuarrie.
