Ciudad del Este, la segunda urbe más importante de Paraguay, sufre desde hace décadas un caos vehicular que no da tregua. La falta de un transporte público eficiente empuja a miles de esteños a movilizarse en autos y motocicletas particulares, saturando las mismas calles diseñadas hace más de 40 años.
Las horas pico entre las 6 y 8 de la mañana, y entre las 14 y 18, convierten a la ciudad en un gran embotellamiento. Zonas como la rotonda del Área 1, el kilómetro 10 de la ruta PY02, y los cruces de Pioneros del Este con Alejo García o Bernardino Caballero son los principales puntos de congestión. La rotonda Oasis y el microcentro son prácticamente intransitables.
Los 20 buses eléctricos implementados cubren apenas tres líneas y resultan insuficientes. La falta de frecuencia, cobertura nocturna y organización del sistema convencional deja a los ciudadanos sin opciones. La infraestructura vial no crece al ritmo del parque automotor, que ya supera el medio millón de vehículos en Alto Paraná.
El caos se extiende a rutas clave como la PY02 y PY07, con filas kilométricas. La avenida San José y los kilómetros 3,5 y 10 son otros puntos críticos. Sin planificación urbana y visión metropolitana, el tránsito en CDE seguirá siendo un suplicio diario.