Las autoridades colombianas confirmaron ante la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos la muerte de siete menores de edad, reclutados por disidencias de las FARC, durante un bombardeo del Ejército en Guaviare contra el grupo comandado por alias Iván Mordisco. La ONU detalló que entre las víctimas hay tres niños y cuatro niñas, todos identificados como víctimas de reclutamiento forzado.
En un comunicado difundido en redes sociales, la oficina dirigida por Scott Campbell señaló que, si bien el ataque se realizó contra un “objetivo militar legítimo”, la muerte de los menores evidencia la necesidad de reforzar medidas de protección a la niñez en zonas de conflicto. Naciones Unidas instó al Gobierno colombiano a prevenir el reclutamiento y uso de menores de 18 años por parte de grupos armados ilegales y pidió al Ejército adoptar todas las precauciones posibles en sus operaciones de inteligencia para evitar nuevas muertes de niños utilizados por estas organizaciones.
El presidente Gustavo Petro defendió la operación alegando causa de fuerza mayor, afirmando que no constituye crimen de guerra. Según el mandatario, de no ejecutarse el bombardeo, 150hombres armados habrían podido atacar a una veintena de soldados desplegados en la zona.
El organismo internacional recordó que la protección de la niñez debe mantenerse como prioridad, incluso en el marco de hostilidades, y reiteró su llamado a fortalecer acciones estatales frente al reclutamiento forzado.

