El régimen de Corea del Norte llevó a cabo un imponente desfile paramilitar en Pyongyang, con representantes de China y Rusia como invitados de honor. El evento, que conmemoraba el aniversario de la fundación de la República Popular Democrática de Corea, mostró un despliegue de fuerza militar, incluyendo armamento y soldados uniformados.
La presencia de altos funcionarios chinos y rusos en el desfile es significativa, ya que sugiere una muestra de apoyo diplomático a Corea del Norte, en medio de tensiones internacionales. Esto también podría tener implicaciones en las conversaciones sobre la desnuclearización de la península coreana.
El líder norcoreano Kim Jong-un no participó personalmente en el desfile, pero la exhibición de fuerza militar subraya la determinación del régimen. El evento fue seguido de fuegos artificiales y festividades públicas para conmemorar el 73º aniversario de la fundación del país.