De acuerdo con información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud, si una persona tuvo COVID-19 o estuvo en contacto con alguien que lo obtuvo tendrá que aislarse al menos 14 días para dejar de ser contagioso y el fin de su aislamiento debe depender de la realización de pruebas.
Según advierten los especialistas, luego de 14 días posteriores a registrar síntomas es cuando una persona deja de ser contagiosa, de acuerdo con su exposición al virus, síntomas y otros factores. Además, aseguran que las personas con síntomas graves y con sistema inmunitario gravemente debilitado (inmunodeprimido) pueden estar con otras después de quedarse en casa hasta 20 días después de la aparición inicial de los síntomas.
Un estudio, coordinado por el Instituto de Microbiología del ejército alemán, ha revelado que el paciente con COVID-19 deja de ser contagioso cuando las muestras nasofaríngeas y de garganta presentan menos de 100.000 copias del genoma del virus.
Los resultados de este trabajo que ha sido elaborado en colaboración con la clínicas Charité de Berlín y Schwabing de Múnich, se han obtenido de los primeros casos interrelacionados de SARS-CoV-2 en Alemania. La carga viral alcanzó su pico en la garganta y la nariz (que se cree que es la principal fuente de transmisión ) de manera muy temprana en la enfermedad, particularmente desde el primer día de síntomas hasta el día cinco de síntomas, incluso en personas con síntomas leves.
En la mayoría de los casos observados en el estudio, la carga viral en la faringe disminuyó significativamente tras la primera semana de enfermedad, mientras que en los pulmones disminuyó unos días mas tarde.
Sin embargo, tras ochos días del inicio de los síntomas, los investigadores no pudieron aislar partículas infecciosas del virus, a pesar de detectar todavía copias del genoma del virus en la garganta y los pulmones.
Finalmente, los resultados mostraron que si las muestras contenían menos de 100.000 copias del genoma del virus, no se podían detectar partículas infecciosas. Esto lleva a los investigadores a dos conclusiones: la alta carga viral en la garganta justo al comienzo de los síntomas indica que los pacientes con COVID-19 son infecciosos en una etapa muy temprana, posiblemente incluso antes de que noten que están enfermos y al mismo tiempo, la infectividad de los pacientes con coronavirus parece depender de la carga viral en la garganta o los pulmones.
Este es un factor importante para decidir cuándo un paciente puede ser dado de alta del hospital lo antes posible si la capacidad de la cama y la presión del tiempo son limitadas.
FUENTE: INFOBAE