La inflamación crónica está relacionada con enfermedades como diabetes, cáncer y problemas cardiovasculares. Según Harvard Health Publishing y la Clínica Cleveland, adoptar hábitos saludables desde temprano puede ayudar a prevenirla y mejorar el bienestar.
- Hidratación al despertar: Beber agua al levantarse ayuda a reactivar el metabolismo, eliminar toxinas y mantener equilibrados los procesos inflamatorios.
- Desayuno equilibrado: Incluir alimentos ricos en antioxidantes como frutas, cereales integrales y grasas saludables combate la inflamación y aporta energía estable.
- Movimiento suave: Realizar estiramientos, yoga o caminatas cortas activa la circulación, promueve la oxigenación y reduce los marcadores inflamatorios.
- Respiración o meditación: Dedicar unos minutos a la respiración consciente o la meditación disminuye el estrés, uno de los principales desencadenantes de la inflamación crónica.

