La jueza penal Lici Sánchez elevó a juicio oral y público la causa que involucra a miembros de una red internacional de tráfico de armas desbaratada por el operativo DAKOVO, considerado el mayor en la región. La estructura criminal operaba desde Paraguay y abastecía a facciones del crimen organizado en Brasil con armas provenientes de Europa.
Entre los procesados están Paulo César Fines Ventura, acusado de múltiples delitos, incluidos tráfico ilícito de armas y asociación criminal. También enfrentarán juicio Rodolfo Rodrigo Samaniego Lezcano y Victorino Gómez Paredes, implicados como cómplices y autores de delitos conexos.
El caso salpica a altos mandos militares retirados: el Gral. (S.R.) Jorge Antonio Orué Roa y el Gral. (S.R.) Arturo González Ocampo están imputados por tráfico de influencias y asociación criminal. El coronel Bienvenido Fretes González deberá responder por cohecho pasivo agravado.
La operación DAKOVO fue ejecutada en coordinación con Brasil y EE. UU. e identificó como líderes de la organización a los empresarios Diego Dirisio y Julieta Nardi, propietarios de Auto Supply, empresa desde la cual se gestionaba el envío de armas. Se trata de uno de los golpes más importantes al tráfico ilegal de armamento en América del Sur.

