Francisco expresó su preocupación por la situación en Medio Oriente, particularmente por los rehenes israelíes y el alto el fuego en Gaza, subrayando que la guerra solo conduce a la derrota y al sufrimiento. En este contexto, pidió un intercambio general de prisioneros entre Moscú y Kiev, instando a ambas partes a respetar los principios del derecho internacional y a encontrar soluciones pacíficas a través del diálogo.
El papa recordó a las víctimas de los conflictos en curso, ofreciendo sus pensamientos y oraciones a aquellos afectados en Israel y Palestina, así como en Ucrania. Su llamado resonó como un urgente recordatorio de la necesidad de poner fin a la violencia y trabajar incansablemente por la paz.
La aparición del papa Francisco, en buena forma a pesar de haber decidido no participar en el via crucis del viernes por motivos de salud, fue recibida con alivio por los fieles congregados en la plaza. Su mensaje de esperanza y reconciliación resonó en un momento en que el mundo enfrenta desafíos monumentales y el sufrimiento de los más vulnerables sigue siendo una realidad palpable.
El llamado del papa a respetar los principios del derecho internacional y a buscar un intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania «¡Todos por todos!» es un recordatorio poderoso de la importancia de la compasión y la solidaridad en tiempos de crisis.
En un momento en que la humanidad enfrenta desafíos sin precedentes, las palabras del papa Francisco resuenan como un faro de esperanza y un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, la fe, el amor y la compasión pueden iluminar el camino hacia un futuro más justo y pacífico para todos.
