El ministro de Salud, Julio Borba, expresó su frustración por las irregularidades cometidas por el propio personal de la cartera sanitaria. También se refirió al caso del exfiscal general del Estado Rubén Candia Amarilla, sobre quien dijo que habría recibido la dosis gracias a una brigada de vacunadores que fue hasta su casa.
«Ya se me acabó la paciencia. Estoy con bronca, rabia y apesadumbrado. Es una mezcla de sentimientos lastimosamente negativos. Tanto esfuerzo por un equipo que se está matando y dejando tantas cosas de lado para llevar adelante este enorme trabajo, y que te salgan con estas cosas raras es como para matar alguien”, expresó Borba en conversación con La Unión, en referencia a las vacunaciones irregulares descubiertas en los últimos días que, de acuerdo con los datos publicados por Salud y enviados al Ministerio Público, al menos 500 personas habrían recibido el inmunizante sin estar en lista de prioridades.
En ese sentido, hizo referencia al caso del exfiscal general del Estado Rubén Candia Amarilla, quien reconoció haber recibido de manera irregular la vacuna anti-COVID en abril pasado, hecho que fue descubierto este lunes (tiene 66 años, cuando la edad permitida por la cartera sanitaria actualmente es para mayores de 75 años). Dijo que, de acuerdo con los datos que ha recabado, una brigada de enfermeros fue hasta la casa del extitular del Ministerio Público para aplicarle la dosis.
En cuanto a la llegada de vacunas, ratificó que entre este miércoles y jueves se espera que arribe a nuestro país un cargamento con 40.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V.