La Universidad Católica de Asunción (UC) se encuentra en el centro de una tormenta mediática tras las denuncias de acoso sexual a cuatro estudiantes en Radio Cáritas, medio perteneciente a la institución. En respuesta, la UC ha anunciado la apertura inmediata de un sumario para investigar los hechos, prometiendo consecuencias acordes a los principios establecidos por la Iglesia.
El caso ha provocado una ola de indignación en la comunidad educativa, con pronunciamientos del Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP) y la Asociación de Comunicadores Católicos del Paraguay (ACCP). Como medida inicial, se designó a Raquel Vargas Guachiré como nueva directora de la emisora, reemplazando a Miguel Ortíz Rodríguez, señalado como uno de los supuestos acosadores.
Este incidente reaviva el debate sobre la seguridad en los entornos universitarios, recordando el controversial caso de Belén Whittingslow, quien denunció al docente Cristian Kriskovich, resultando en un litigio aún sin resolver.
La ACCP ha enfatizado la necesidad de transparencia y acción rápida para mantener la confianza de la comunidad, mientras el SPP insiste en la urgencia de implementar protocolos de protección para mujeres en medios de comunicación.
Este escándalo no solo pone en tela de juicio la integridad de la institución, sino que también plantea interrogantes sobre la efectividad de los mecanismos de prevención y respuesta ante el acoso en entornos educativos y laborales. La comunidad universitaria y la sociedad paraguaya en general esperan una resolución justa y medidas concretas para prevenir futuros incidentes similares.