En medio de las crecientes tensiones en Oriente Medio, el gobierno de Joe Biden ha adoptado una postura de contención ante el reciente ataque de Irán a Israel. En una serie de esfuerzos diplomáticos, Estados Unidos ha instado a Israel a ejercer moderación y ha comenzado a buscar respaldos entre sus aliados del G7.
El ataque, que ha sido calificado de histórico por su origen directo desde Irán, desencadenó una respuesta coordinada entre Israel y sus aliados, incluyendo la eficaz intervención de las defensas aéreas israelíes con el apoyo de la aviación estadounidense, el Reino Unido y Jordania.
En una cumbre del G7, se discutió la imposición de nuevas sanciones a Irán y la posibilidad de designar a la Guardia Revolucionaria iraní como grupo terrorista, aunque no se llegó a un acuerdo concreto.
El presidente Biden ha mantenido conversaciones clave con líderes mundiales, instando a una evaluación cuidadosa de los riesgos de una escalada y enfatizando la importancia de evitar una guerra más amplia con Irán.
El enfoque de Estados Unidos busca equilibrar la firmeza en la defensa de sus aliados con una diplomacia cautelosa que evite una mayor desestabilización en la región, priorizando la seguridad regional y la protección de vidas inocentes.
En un momento donde las acciones militares y las estrategias diplomáticas se entrelazan en la búsqueda por la estabilidad, Estados Unidos se posiciona a favor de una resolución que evite una escalada mayor del conflicto en Oriente Medio.
Datos adicionales:
- Ataque de Irán a Israel con más de 170 drones, 120 misiles balísticos y unos 30 de crucero.
- El 99% de los ataques fueron interceptados, con heridas leves en una base de la Fuerza Aérea en el sur de Israel y una niña de siete años herida de gravedad.
- Conversaciones de Biden con líderes mundiales como el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y el rey Abdalá II de Jordania.
