El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que restringir la inmigración podría afectar negativamente la productividad de los países, especialmente en economías emergentes. Según un adelanto de su informe de Perspectivas Económicas Globales, limitar la llegada de migrantes y refugiados reduce el potencial de crecimiento económico.
El FMI sostiene que políticas restrictivas pueden trasladar la presión migratoria a otras regiones, elevando la migración hacia países alternativos en un 10 % en cinco años. En esas zonas, el producto interno bruto (PIB) podría crecer un 0,2 % en el mismo período.
El organismo subraya que los migrantes y refugiados suelen ser jóvenes y con alta movilidad geográfica, lo que representa una oportunidad para las economías receptoras, siempre que se promueva su integración efectiva. Su inclusión adecuada puede contribuir a mejorar la productividad, complementar la fuerza laboral local y generar beneficios económicos a largo plazo.
Además, el FMI plantea que los efectos sobre la inflación son mixtos: puede haber una presión a la baja en los salarios, pero también un aumento de la demanda, dependiendo de la elasticidad del mercado.
A fines de 2024, había 304 millones de migrantes y refugiados en el mundo, y un 75 % vivía en países en desarrollo, según el informe.