Friedrich Merz, líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), se convirtió en el décimo canciller alemán de la posguerra tras imponerse en las elecciones anticipadas. Con 69 años, su llegada al poder marca el giro conservador de Alemania tras la salida de Olaf Scholz.
Merz inició su carrera en la CDU en los años 80, pero su ascenso se vio interrumpido por una disputa con Angela Merkel. Alejado temporalmente de la política, ingresó al sector privado, trabajando en BlackRock Alemania y otras grandes corporaciones. Sin embargo, en 2018, con la retirada de Merkel, retomó su camino hacia el liderazgo.
Conservador en lo social y liberal en lo económico, ha prometido endurecer la política migratoria, reducir el gasto público y aplicar recortes fiscales. Su postura ha generado críticas, especialmente tras su intento de cooperación con la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD), aunque luego se retractó.
En política exterior, aboga por un rol más fuerte de Alemania en la UE y apoya a Ucrania en su adhesión a la OTAN.
Fuera del ámbito político, Merz es un apasionado de la aviación. Dueño de dos aviones privados que pilota él mismo, se define como “clase media alta”, a pesar de sus millonarios ingresos.
Su llegada al poder representa un nuevo capítulo para Alemania, con un giro a la derecha que marcará su futuro.

