La empresa Frutika, instalada en el Departamento de Itapúa, se consolida como uno de los pilares de la fruticultura paraguaya. Su modelo de trabajo no solo abastece al mercado local con frutas frescas, sino que también fortalece la industria mediante jugos, pulpas, concentrados y aceites esenciales. Este ecosistema productivo genera un impacto significativo en la economía regional y nacional.
Según datos de la compañía, más de 300 personas encuentran empleo directo en sus plantaciones y fábricas, mientras que centenares más dependen de la cadena productiva en forma indirecta. El distrito de Carlos Antonio López, donde está ubicada la fábrica Kressburgo, se convirtió en un polo de actividad agrícola y agroindustrial que irradia desarrollo hacia las comunidades vecinas.
Durante una reciente visita a la planta, representantes de la marca destacaron el esfuerzo invertido en el cultivo de naranjas, mandarinas y otras variedades. Las frutas son procesadas en modernas instalaciones y llegan a supermercados de todo el país, así como a mercados internacionales envasadas en Tetra Pak o como materia prima.
Cristina Kress, CEO del Grupo Kress, remarcó la importancia de un acompañamiento estatal permanente para sostener y ampliar las fuentes de trabajo. Frutika cubre actualmente alrededor del 20% del mercado local, posicionándose como competidor clave frente a productos importados. Además, la empresa mantiene un fuerte compromiso social, apoyando a instituciones educativas de la zona.
