Un audaz escape sacudió el Hospital Regional de Ciudad del Este este viernes, cuando Bernardino Medina Meza, un recluso de 25 años, logró burlar la vigilancia y huir del centro médico. Medina Meza, quien ya tiene antecedentes por participar en una fuga masiva en Misiones en 2022, estaba internado por una pancreatitis aguda y esperaba una cirugía.
El incidente ocurrió cuando el guardiacárcel, Juan Ramírez, le había quitado las esposas para un estudio clínico. Aprovechando un momento de descuido, Medina Meza saltó por una ventana y escapó por el techo del hospital, dejando a su custodio desorientado en el laberinto de pabellones del edificio.
Esta fuga no solo pone en evidencia las fallas de seguridad en el sistema penitenciario, sino que también ha desatado sospechas de una posible conspiración interna. El director del penal de varones, Benjamín Ozuna, ha solicitado un sumario para investigar el hecho, sugiriendo que podría ser un intento de desplazarlo de su cargo debido a las medidas que está implementando.
La situación se agrava considerando que días antes se produjo otra fuga del mismo establecimiento penitenciario, lo que plantea serias preguntas sobre la eficacia de los protocolos de seguridad actuales.
Este incidente subraya la urgente necesidad de revisar y fortalecer las medidas de seguridad, tanto en los centros penitenciarios como durante los traslados y estadías hospitalarias de los reclusos. Además, pone de manifiesto la complejidad de manejar la atención médica de los presos sin comprometer la seguridad pública.