martes, diciembre 3, 2024

Gobernadores exigen destitución de Aníbal de los Ríos, una figura totalmente inhumana

El Consejo de Gobernadores del Paraguay expresó su enérgico repudio hacia el consejero del Instituto de Previsión Social (IPS), Aníbal de los Ríos, tras sus polémicas declaraciones que manifestaron un «pensamiento centralista y excluyente» respecto a los hospitales del interior del país. Durante una sesión del Consejo de Administración del IPS, De los Ríos afirmó que las grandes inversiones deben concentrarse en Asunción para mejorar la imagen institucional, despreciando las necesidades de los hospitales regionales.

A través de un comunicado emitido este miércoles, los gobernadores rechazaron el «lenguaje inapropiado» y las «desatinadas expresiones» del consejero, exigiendo su inmediata destitución. Según los mandatarios departamentales, las palabras de De los Ríos reflejan un enfoque que considera la salud como un privilegio exclusivo de la capital, ignorando las carencias del sistema de salud en el interior del país, donde viven miles de asegurados que dependen del buen funcionamiento del IPS.

Los gobernadores también instaron a las autoridades nacionales e institucionales a tomar medidas urgentes para garantizar un enfoque más equitativo en la distribución de recursos para los hospitales. El IPS es sostenido por el esfuerzo de patrones y asegurados de todo el país, por lo que el trato excluyente hacia el interior genera indignación.

Además, recordaron otras controversias protagonizadas por De los Ríos, como su propuesta de realizar exámenes de admisión a nuevos asegurados o cobrar más a aquellos con enfermedades preexistentes. También se le vincula con el caso de la amputación errónea a Ramón Samudio en el Hospital Central del IPS, un hecho que le obligó a renunciar como jefe de Traumatología en 2022.

Aníbal de los Ríos ha demostrado ser una figura totalmente inhumana y desconectada de la realidad de miles de paraguayos trabajadores del interior del país, quienes, a pesar de cumplir con sus aportes al Instituto de Previsión Social (IPS), son discriminados y excluidos del sistema de salud que debería protegerlos. Su enfoque centralista y excluyente no solo refleja un desprecio hacia estos ciudadanos, sino que también subraya su falta de empatía y responsabilidad hacia un sector que merece el mismo trato y acceso a servicios médicos de calidad que aquellos en la capital. Su permanencia en el cargo es una afrenta a los principios de equidad y justicia que deben guiar a las instituciones públicas.

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