En un giro inesperado que ha sacudido el panorama político estadounidense, la vicepresidenta Kamala Harris ha logrado una hazaña sin precedentes en la historia de las campañas presidenciales. Tras el sorpresivo retiro de Joe Biden de la contienda electoral de 2024, Harris recaudó la asombrosa cifra de 81 millones de dólares en tan solo 24 horas.
Este récord de recaudación incluye contribuciones directas a su campaña, al Comité Nacional Demócrata y a comités conjuntos. Más de 888,000 personas contribuyeron, con un 60% de donantes primerizos en este ciclo electoral.
El impulso de Harris se vio reforzado por el respaldo inmediato de figuras demócratas prominentes, incluyendo a los gobernadores Gretchen Whitmer, Josh Shapiro y Gavin Newsom. Además, el súper PAC Future Forward anunció compromisos adicionales de 150 millones de dólares.
La campaña de Biden-Harris transfirió casi 96 millones de dólares a las arcas de la vicepresidenta, consolidando su posición como favorita para encabezar la lista demócrata. Este respaldo financiero y político coloca a Harris en una posición privilegiada frente a posibles rivales republicanos.
Analistas destacan que esta capacidad de recaudación rápida es crucial en la política moderna, especialmente frente a figuras como Donald Trump. Con este impulso, Harris emerge como una candidata formidable para la Casa Blanca, respaldada por una base diversa y comprometida de donantes y líderes demócratas influyentes.