Tras dos semanas de intensas protestas en Asunción y otras ciudades, organizaciones indígenas lograron la renuncia del presidente del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi), general (SR) Juan Ramón Benegas. Las comunidades acusaban al funcionario de desprecio hacia los pueblos originarios y de haber cerrado la oficina central en la capital. En su reemplazo, el presidente en ejercicio Pedro Alliana designó a Hugo Ramón Samaniego Hermosilla, exdirector de Derechos Humanos del Ministerio del Interior. El Gobierno destacó en un comunicado su compromiso con los pueblos indígenas y anunció la reapertura de la oficina del Indi en Asunción.
El movimiento indígena había advertido que endurecería las movilizaciones con cortes de ruta y marchas hacia la capital si no eran atendidos sus reclamos. Entre sus exigencias figuraban presupuesto para la compra de tierras, fin a los desalojos forzosos, instalación de una mesa de diálogo y la destitución de Benegas. La Articulación Nacional Indígena por una Vida Digna (Anivid) reiteró que continuará con sus reclamos, llamando a campesinos y sectores sociales a sumarse.
El comunicado también denunció un ataque de civiles armados contra la comunidad Karapã del pueblo Avá Guaraní, que dejó viviendas incendiadas y familias desplazadas, responsabilizando al Estado por no garantizar la seguridad territorial. Pese al cambio en la presidencia del Indi, las organizaciones remarcaron que mantendrán la presión hasta ver resultados concretos en políticas públicas que aseguren derechos, tierras y bienestar a las comunidades.
