Israel intensificó su ofensiva contra Hezbollah en Líbano, lanzando un ataque aéreo devastador contra el cuartel general de la organización en Beirut. El ataque, que ocurrió el viernes por la noche, causó una serie de explosiones masivas en el barrio de Haret Hreik, en los suburbios de Dahiyeh, reduciendo a escombros seis edificios.
El portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, confirmó que el objetivo era el principal cuartel general de Hezbollah, ubicado bajo edificios residenciales. La operación se llevó a cabo con tal precisión que las explosiones se sintieron hasta 30 kilómetros al norte de Beirut.
En un golpe significativo, Israel anunció la eliminación de Muhammad Ali Ismail, comandante de la unidad de misiles de Hezbollah en el sur del Líbano, junto con su adjunto y otros líderes clave. Ismail era responsable de numerosos ataques contra territorio israelí, incluyendo el reciente lanzamiento de un misil tierra-tierra hacia el centro del país.
El primer ministro Benjamin Netanyahu, quien interrumpió su visita a Estados Unidos para regresar a Israel, había prometido ante la ONU que la campaña contra Hezbollah continuaría. Esta escalada de violencia ha cobrado ya más de 720 vidas en Líbano esta semana, según el Ministerio de Sanidad libanés.
La intensificación de los ataques israelíes, que según afirman tienen como objetivo las capacidades militares de Hezbollah y sus altos mandos, ha reducido las esperanzas de un alto el fuego respaldado internacionalmente. La situación en la región sigue siendo extremadamente tensa, con ambas partes mostrando poca disposición a ceder en sus posiciones.