Los cinco jóvenes indígenas de Alto Paraná, incorporados por primera vez al programa de inserción laboral de Itaipu en calidad de aprendices, fueron designados al Vivero Forestal del Centro Ambiental, donde demuestran proactividad, compromiso y ganas de aprender.
Los integrantes de la parcialidad Ava Guaraní que se beneficiaron con el programa, Mariela Duarte Benítez (23), Miguelina Vargas Vera (19), Pedro Pablo Benítez Ramírez (19), Leonardo Alfonso Martínez (29) y Roger Ramírez Rojas (19) se están adaptando satisfactoriamente, informó la Itaipu Binacional.
En el Vivero Forestal de la Entidad, los nuevos aprendices, oriundos del distrito de Itakyry, están conociendo las diferentes técnicas de producción y cuidado de plantines de diferentes especies, con la idea de replicarlas en sus comunidades.
El ingeniero agrónomo y encargado del Vivero Forestal de la Entidad, Jonathan Florentín destacó que los nuevos aprendices se están adaptando satisfactoriamente al sistema de trabajo, participan de las tareas realizadas en el área de producción de semillas, huerto de plantas medicinales, producción de macetas, producción de plantas ornamentales y producción de tubetes ecológicos. Cada uno tiene tareas específicas que son guiadas y verificadas, explicó.
Resaltó que los nuevos colaboradores incorporados son muy proactivos, demuestran ganas de aprender y superarse constantemente. Comentó que los jóvenes fueron destinados en este sector para adquirir experiencia laboral, debido a que en su mayoría estudian o estudiarán carreras relacionadas a la agronomía; asimismo para que en un futuro trasladen lo aprendido en sus comunidades.
“La idea al ubicarlos en este sector es que ellos repliquen lo que aprenden en sus comunidades y también de poder convertir esto como una actividad económica; por ejemplo, para que puedan hacer producción de plantas forestales para la venta, además de la producción de plantas ornamentales, muy requeridas para trabajos de jardinería. Se busca que aprendan un oficio que les ayude en su vida laboral y en el futuro de su comunidad”, acotó Florentín.
Por su parte, Leonardo Alfonso Martínez, uno de los aprendices, manifestó que está satisfecho por la inclusión laboral, que le permite aprender innovadoras técnicas que desconocía antes de su ingreso a la Entidad. Mencionó que en los primeros días, tanto a él como a sus compañeros les costó el cambio, pero que con ayuda de los colaboradores del vivero se están adaptando al sistema de trabajo y a sus exigencias.