La Corte Suprema de Justicia de Paraguay ha ratificado una sentencia que sacude la conciencia nacional. Inocencio Ramón Denis Torres, un pastor evangélico, cumplirá 27 años de prisión por el abuso sexual de 10 niñas indígenas en Alto Paraná. La Sala Penal, compuesta por los ministros Manuel Ramírez, Luis Benítez y Carolina Llanes, confirmó la condena, cerrando un capítulo oscuro que salió a la luz en octubre de 2019.
Las víctimas, pertenecientes a la comunidad aché, tenían entre 8 y 12 años cuando sufrieron los abusos. La Fiscalía demostró que Denis Torres explotó su posición de autoridad religiosa y la confianza depositada en él por las familias para perpetrar sus crímenes.
Lo más perturbador del caso es la falta de remordimiento mostrada por el pastor durante el juicio. Los expertos señalan que las víctimas y sus familias enfrentan daños psicológicos irreversibles, un recordatorio sombrío del impacto duradero de tales actos.
Este caso resalta la importancia de la denuncia ciudadana en la protección de menores. La ley paraguaya obliga a todo ciudadano a reportar inmediatamente cualquier sospecha de maltrato o abuso contra niños y adolescentes.
La sentencia envía un mensaje contundente sobre la gravedad de los delitos contra menores, especialmente en comunidades vulnerables. También subraya la necesidad de vigilancia constante y apoyo a las víctimas de abuso sexual, recordando que la justicia, aunque tardía, puede prevalecer.