El cardenal Robert Francis Prevost Martínez ha sido elegido Papa bajo el nombre de León XIV, asumiendo el liderazgo espiritual de más de 1.300 millones de católicos en el mundo y el control del Estado de la Ciudad del Vaticano. Como obispo de Roma, sucede al apóstol Pedro y ejercerá su misión pastoral desde la catedral de San Juan de Letrán, considerada madre de todas las iglesias.
El nuevo pontífice hereda una función que combina poder espiritual y temporal. Es jefe de la Santa Sede, preside el Colegio episcopal, nombra obispos, canoniza santos y promulga doctrina. También representa a la Iglesia ante más de 170 países, siendo actor clave en diplomacia internacional. Además, retiene plenos poderes legislativos, ejecutivos y judiciales en el Vaticano.
León XIV recibe títulos simbólicos que reflejan su autoridad y servicio: Sucesor de Pedro, Sumo Pontífice, Siervo de los Siervos de Dios, y Soberano del Estado Vaticano. Su sotana blanca recuerda a Pío V y la humildad dominica. Es el Papa número 266, en una línea que incluye mártires, reformadores y figuras clave de la historia global. Su pontificado inicia con el desafío de guiar la Iglesia en un mundo convulsionado, marcado por crisis sociales, ecológicas y espirituales.

