Estados Unidos duplicó a USD 50 millones la recompensa por Nicolás Maduro, convirtiéndolo en el más buscado del programa “Rewards for Justice”, superando incluso a históricos jefes narcos y terroristas internacionales. La fiscal general Pam Bondi anunció la medida, afirmando que Maduro es una amenaza directa a la seguridad nacional.
Según el Departamento de Justicia, el mandatario venezolano está vinculado a cárteles como el Tren de Aragua, el Cártel de Sinaloa y el de los Hijos de El Chapo, operando una red transnacional de narcotráfico. Se le atribuyen 30 toneladas de cocaína incautadas, muchas mezcladas con fentanilo, lo que ha contribuido a la crisis de opioides en EE.UU.
Además, el gobierno estadounidense confiscó activos por más de USD 700 millones vinculados a Maduro, incluyendo aviones y vehículos de lujo. La recompensa iguala las cifras ofrecidas en su momento por figuras como Osama bin Laden.
La lista también incluye a otros jerarcas del chavismo: Diosdado Cabello (USD 25 millones) y Vladimir Padrino López (USD 15 millones). Todos están acusados por narcoterrorismo y tráfico internacional de drogas.
Washington sostiene que el régimen lidera el Cártel de los Soles, con vínculos con las FARC y el ELN, y sigue exigiendo colaboración internacional para capturar a los responsables.
