Un nuevo escándalo sacude a la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap). En el centro de la polémica se encuentra el meteórico ascenso de Jacqueline Tamara Peralta Giménez, cuñada del intendente de Asunción, Óscar “Nenecho” Rodríguez, quien pasó de ser auxiliar administrativa a coordinadora de contabilidad en menos de un año.
Este ascenso exprés, que coincide con la llegada del nuevo presidente de la Essap, Luis Fernando “Luifer” Bernal, ha generado un intenso debate sobre la transparencia y la meritocracia en la institución. Críticos señalan que la conexión familiar de Peralta Giménez con el poderoso intendente de Asunción podría haber influido en su rápida promoción, a pesar de no contar aún con un título universitario.
El presidente de la Essap ha justificado el ascenso argumentando que la funcionaria cuenta con la experiencia y capacidad necesarias para el cargo. Sin embargo, funcionarios de la institución han expresado su malestar, denunciando que se está privilegiando la amistad por sobre la competencia y la experiencia.
«Estamos indignados ante el carnaval que realiza la administración de Luifer Bernal con el dinero público», manifestaron representantes sindicales de la Essap. Los trabajadores denuncian además despidos injustificados de personal operativo y la contratación de funcionarios sin los requisitos necesarios.
Otro hecho que ha generado polémica es el viaje de una comitiva de la Essap a Brasil, encabezada por el vicepresidente de la compañía. Según los denunciantes, el viaje se realizó en un vehículo de la institución y con viáticos en dólares, lo que ha generado sospechas sobre el uso de fondos públicos.
Este caso pone en evidencia la necesidad de una mayor transparencia y control en la gestión de las empresas públicas. Los ciudadanos tienen derecho a exigir que los cargos sean ocupados por personas calificadas y que los recursos públicos sean utilizados de manera eficiente y transparente.
Fuente: ABC Color