El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, condenó enérgicamente el “ataque terrorista” perpetrado este jueves en las inmediaciones de una sinagoga en Crumpsall, a las afueras de Mánchester, y alertó sobre el “alarmante” auge del antisemitismo a nivel global.
En un comunicado difundido por su portavoz, Guterres remarcó que los lugares de culto deben ser espacios sagrados y seguros, donde las personas puedan “encontrar la paz”. Asimismo, llamó a combatir de manera “urgente” el odio y la intolerancia en todas sus formas, subrayando que el atentado resulta especialmente atroz por haberse producido en Yom Kippur, el día más sagrado del calendario judío.
El ataque, que combinó un atropello y un apuñalamiento, dejó un saldo de al menos dos personas fallecidas y tres heridas de gravedad. El presunto agresor fue abatido por las fuerzas de seguridad en el lugar de los hechos.
Las autoridades británicas investigan el caso como un acto terrorista de motivación antisemita, en un contexto de creciente preocupación internacional por el aumento de discursos y crímenes de odio.
Guterres expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y transmitió un mensaje de solidaridad a la comunidad judía mundial, reafirmando el compromiso de Naciones Unidas en la lucha contra todas las formas de discriminación y extremismo.
