La declaración que trastocó a Venezuela se produjo 24 horas después del cierre de las urnas en las elecciones presidenciales. Con el tono tranquilizador de alguien que siempre ha sido subestimada, la opositora María Corina Machado anunció que su coalición había reunido más de dos tercios de las actas de escrutinio de los centros electorales de todo el país, y que muestran que el presidente Nicolás Maduro había perdido su reelección.
Las actas han sido consideradas durante mucho tiempo la prueba definitiva de los resultados electorales en Venezuela. Los miembros de la oposición sabían que tenían que obtener tantas como fuera posible para refutar el resultado electoral desfavorable que, asumían, anunciarían las autoridades. Meses de preparativos y miles de voluntarios participaron en la ardua tarea.
Su esfuerzo le valió a Maduro y su leal Consejo Nacional Electoral (CNE) la condena global, incluso de aliados regionales cercanos, y alimentó la ira de los venezolanos hartos de la economía en cascada de su nación. En respuesta, el Gobierno pidió el arresto de los líderes de la oposición, poniendo fin a una temporada electoral marcada por la represión y las irregularidades.
Decenas de miles de voluntarios participaron en talleres de capacitación en todo el país en los últimos meses. La disciplina organizacional fue clave para su éxito porque el partido gobernante ejerce un control estricto sobre el sistema de votación. El domingo, los funcionarios intentaron bloquear la entrada de voluntarios de la oposición a los centros de votación y, en algunos lugares, lo lograron. Pero en otros lugares, los voluntarios se mostraron inquebrantables y, una vez dentro de los centros de votación, no salieron hasta después de las 23:00 horas.
A los 90,000 representantes de los partidos se les enseñó a obtener una copia de las actas de escrutinio antes de que los resultados fueran transmitidos al CNE. Los voluntarios también fueron capacitados para usar una aplicación personalizada para informar irregularidades y escanear un código QR impreso en cada hoja de escrutinio. La oposición había obtenido más del 70% de las actas, número que eventualmente crecería a más del 80%.
El presidente del CNE, Elvis Amoroso, proporcionó este viernes resultados actualizados del 96.87% de las actas, que daban a Maduro 6.4 millones de votos y a González 5.3 millones. Otros ocho hombres compitieron por la presidencia, incluido Enrique Márquez, ex miembro del CNE, quien condenó los resultados oficiales y arremetió contra las autoridades por la falta de transparencia.
El esfuerzo titánico de la oposición no ha sido en vano, y el mundo está atento a los próximos movimientos del Gobierno venezolano, que se enfrenta a una presión sin precedentes tanto interna como externamente.