Declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República de Azerbaiyán
El 27 de septiembre, las fuerzas armadas de Armenia perpetraron una agresión más contra Azerbaiyán y, violando flagrantemente el alto el fuego, disparando con la artillería de todo calibre, armas de gran calibre y lanzagranadas contra las posiciones de ta República de Azerbaiyán a lo largo de la línea de contacto, así como la aldea de Qapanli del distrito de Tartar, las aldeas de Chiragli y Orta Garavend del distrito de Aghdam, las aldeas de Alkhanli y Shukurbeyli del distrito de Fizuli y la aldea de Jojuq Merjanli del distrito de Jabrayil.
Según la información del Ministerio de Defensa de la República de Azerbaiyán, hay bajas y heridos entre tos militares y la población civil; numerosas casas y objetos públicos sufrieron graves daños.
Las Fuerzas Armadas de la República de Azerbaiyán llevaron a cabo tas operaciones de contraofensiva y respuesta adecuada en el marco del derecho a la legítima defensa y el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario, con el fin de prevenir nuevas agresiones militares armenias y garantizar la seguridad de la población civil que reside en la línea de contacto.
La parte armenia viola flagrantemente las normas y principios fundamentales del Derecho Internacional, del Derecho Internacional Humanitario, incluidos los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales, las Resoluciones 822, 853, 874 y 884 del Consejo de Seguridad de la ONU de 1993, que exigen la retirada total e incondicional de las tropas armenias de los territorios ocupados de Azerbaiyán.
El último acto de agresión de Armenia contra Azerbaiyán del 27 de septiembre es la continuación de las provocaciones armenias de últimos meses, incluido el intento de atacar Tovuz el 12 al 16 de julio; de la provocación y operaciones de inteligencia militar en la dirección de Goranboy del 23 de agosto; de la política de asentamientos ilegales en los territorios ocupados de Azerbaiyán; de las declaraciones y acciones provocativas de los dirigentes armenios.
La comunidad internacional, muy consciente de que la presencia ilegal de las fuerzas armadas armenias en el los territorios ocupados – la Región de Nagorno Karabaj y las siete distritos adyacentes – es una grave amenaza para la paz y la estabilidad en la región, y mostrando su postura, basada en las normas y principios del Derecho Internacional, contra la agresión de Armenia contra Azerbaiyán y las actividades ilegales armenias, debería condenar firmemente la política de agresión y acciones subversivas y obligar a Armenia a cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario.
Los dirigentes políticos y militares de Armenia tienen plena responsabilidad por la situación actual.