Un avión de Spirit Airlines que viajaba de Fort Lauderdale a Puerto Príncipe fue alcanzado por disparos el lunes cuando intentaba aterrizar en la capital haitiana, lo que obligó a desviar la aeronave a Santiago, República Dominicana. Afortunadamente, no hubo víctimas mortales, aunque una asistente de vuelo resultó herida de forma leve por una bala.
El ataque ocurrió en medio de un contexto de creciente violencia en Haití, donde las pandillas han tomado control de áreas clave, como las cercanías del Aeropuerto Internacional Toussaint Louverture. Las autoridades haitianas suspendieron todos los vuelos comerciales tras este incidente, y varios aviones, incluidos los de JetBlue y Air Caraibes, fueron desviados a otros destinos por motivos de seguridad.
Spirit Airlines confirmó que el vuelo 951 sufrió daños por disparos, pero que no hubo heridos entre los pasajeros. La aerolínea retiró la aeronave de servicio y organizó otro avión para trasladar a los viajeros a Fort Lauderdale. El suceso destaca la creciente inseguridad en Haití, especialmente alrededor del aeropuerto, donde también se han reportado ataques previos a helicópteros de la ONU.
La violencia de las pandillas, lideradas por grupos como «Vivre Ensemble», continúa desbordando al país, con amenazas de una nueva ola de violencia que podría afectar gravemente la seguridad y estabilidad. La situación ha generado advertencias de viaje de varios gobiernos, incluido el Departamento de Estado de EE. UU., que mantiene su recomendación de «no viajar» a Haití.