Uruguay y Chile empataban 1-1 en Montevideo. Iban 88 minutos de juego cuando un centro del chileno Dávila pega en la mano del defensor charrúa Coates. Ante la protesta de todos los jugadores chilenos, pidiendo penal, el árbitro paraguayo Eber Aquino, después de consultar con el VAR, pero sin ir a mirar la pantalla para esclarecer la jugada, decide que la jugada no era merecedora de la pena máxima y cobra un lateral.
Minutos después, a los 93 de juego, Maximiliano Gómez anota el tanto de la victoria para la Celeste (2-1), resultado que desató el enojo de todos los jugadores de la Roja, quienes se sintieron robados por el juez del partido.
Luis Suárez había adelantado a Uruguay, mientras que Alexis Sánchez puso el empate transitorio.
El penal que no le cobraron a @LaRoja ante @Uruguay
— CDF (@CDF_cl) October 9, 2020
Tras el centro de Dávila y el impacto en el brazo de Coates, el juez Eber Aquino dialogó con sus asistentes del VAR para dejar sin efecto la sanción que exigía Chile. El paraguayo tampoco fue a la pantalla#ClasificatoriasxCDF pic.twitter.com/HtKt2hy98W