El gobierno paraguayo, en conjunto con el Instituto Paraguayo de Profesionales del Sector Eléctrico (IPSE), se encuentra analizando un plan de política energética con el objetivo de diversificar la matriz energética del país y aumentar la generación de energía renovable para el año 2050.
El presidente de la República, Santiago Peña, se reunió con autoridades del IPSE para discutir los desafíos del sector y las posibles soluciones. Durante la reunión, se presentó un estudio que analiza la disponibilidad de potencia, la demanda de energía eléctrica y las alternativas de generación a futuro.
Una de las principales coincidencias entre el gobierno y el IPSE es la necesidad de diversificar la matriz energética y buscar nuevas fuentes de generación. En este sentido, el gobierno ya está impulsando proyectos de energía solar fotovoltaica, con una licitación pública internacional para 140 megavatios en el Chaco Central que se llevará a cabo a finales de junio de este año.
Además de la energía solar, el gobierno también está trabajando en la modificación de la legislación para facilitar la construcción de pequeñas centrales hidroeléctricas y en el estudio del potencial del biogas y la biomasa.
Estas acciones se enmarcan en la Política Energética 2050 del gobierno, que tiene como objetivo lograr un sistema energético sostenible, confiable y accesible para todos los paraguayos.
La diversificación de la matriz energética y el aumento de la generación de energía renovable son fundamentales para el desarrollo sostenible del Paraguay. Esto permitirá al país reducir su dependencia de los combustibles fósiles, combatir el cambio climático y crear nuevos empleos.
El gobierno paraguayo está comprometido con la transición hacia una economía verde y la construcción de un futuro más sostenible para todos.
