Paraguay está cada vez más cerca de alcanzar el codiciado grado de inversión, según la calificadora de riesgo Standard & Poor’s (S&P). Sin embargo, para lograrlo, el país necesita fortalecer aún más su institucionalidad y replicar el éxito de entidades como el Banco Central del Paraguay (BCP) y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) en otras áreas del Estado.
Carolina Caballero, directora asociada de S&P, destacó durante el “Compromiso por la prosperidad Summit” que, aunque Paraguay ha avanzado significativamente en los últimos años, aún hay margen para mejorar. La estabilidad macroeconómica y la fortaleza de las instituciones económicas son factores clave que han impulsado la reciente mejora en la calificación del país.
No obstante, Caballero señaló que es fundamental fortalecer la institucionalidad en general, especialmente en lo que respecta al sistema judicial y la lucha contra la corrupción. Una mayor seguridad jurídica y una percepción positiva de las inversiones son esenciales para atraer capital extranjero y fomentar el crecimiento económico.
La directora asociada de S&P también hizo hincapié en la importancia de diversificar la economía y aumentar la productividad. Si bien Paraguay cuenta con ventajas comparativas en ciertos sectores, es necesario generar mayor valor agregado para impulsar el desarrollo a largo plazo.
En cuanto a los niveles de deuda, Caballero reconoció que Paraguay se encuentra en una situación relativamente cómoda en comparación con otros países de la región. Sin embargo, advirtió sobre los riesgos asociados a la alta proporción de deuda en manos de no residentes y denominada en moneda extranjera.
En resumen, Paraguay está en el camino correcto para alcanzar el grado de inversión, pero aún queda trabajo por hacer. Fortalecer las instituciones, mejorar la seguridad jurídica y diversificar la economía son los principales desafíos que el país debe enfrentar en los próximos años.
