martes, diciembre 3, 2024

Pastor Insfrán Usó Religión para Llegar a la Política, Afirma Fiscalía

El pastor José Alberto Insfrán, uno de los principales imputados en el operativo “A Ultranza Py”, habría utilizado su influencia como líder de la iglesia evangélica Avivamiento para acceder al poder político en Paraguay, según reveló el Ministerio Público. Insfrán, quien aspiraba a ser gobernador de Canindeyú en las elecciones de 2023, está acusado de financiar su campaña política con dinero proveniente del narcotráfico, en lo que se describe como una compleja red de lavado de dinero.

El fiscal Deny Yoon Pak, uno de los investigadores del caso, detalló que el pastor llegó a la ciudad de Curuguaty en 2013, donde fundó la iglesia Avivamiento, ganando rápidamente un considerable número de seguidores. Estos fieles habrían sido utilizados no solo como una base de apoyo religioso, sino también como electores para su futura candidatura, lo que revela el uso estratégico de su poder religioso en su incursión política.

La acusación forma parte de una investigación más amplia sobre un esquema de lavado de dinero y narcotráfico que involucra a varios actores, incluidos miembros de la familia de Insfrán. Su hermano, Miguel Ángel Insfrán, conocido como “Tío Rico”, es señalado como líder de un clan criminal que, según las autoridades, también habría contado con la colaboración del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, quien se encuentra prófugo.

Además de la denuncia de financiamiento ilícito, el proceso judicial ha estado marcado por varios intentos de la defensa de Insfrán de bloquear el avance de la causa. Recusaciones y chicanas legales han retrasado el curso del caso, lo que según la jueza Rosarito Montanía, ha dificultado el trabajo del Ministerio Público. La audiencia preliminar de Insfrán está programada para el 5 de diciembre, mientras se resuelven las impugnaciones a la acusación presentada por el fiscal Pak, quien fue reemplazado provisionalmente por el fiscal Federico Delfino debido a las controversias legales.

Este caso se enmarca dentro del contexto del operativo “A Ultranza Py”, el cual busca desmantelar redes de lavado de dinero vinculadas al narcotráfico y ha destapado escándalos políticos y religiosos de gran magnitud en Paraguay.

La relación entre religión y política en este caso resalta los riesgos de la utilización de influencias religiosas en el ámbito político, especialmente cuando están vinculadas a actividades ilícitas. La situación de Insfrán es una muestra clara de cómo sectores de poder pueden aprovecharse de la fe y el apoyo popular para alcanzar objetivos políticos personales, más allá del bienestar de la sociedad.

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