En el comienzo del partido entre Everton y Liverpool, específicamente a los 11 minutos de juego, el arquero Jordan Pickford realizó una dura entreada sobre el defensor Van Vijk. La acción, que terminó sin sanción para el portero y que ni siquiera fue señalada como falta por el árbitro, terminó con el peor desenlace para el capitán del equipo que dirige Jürgen Klopp.
El defensor neerlandés sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, lesión que lo alejará de las canchas al menos por unos seis meses.
Después de lo ocurrido, la prensa inglesa informó sobre los problemas que se le generaron al arquero del Everton. Pickford tuvo que reforzar la seguridad de su residencia porque comenzó a recibir amenazas de muerte contra su familia de parte de los fanáticos de los Reds.
A partir de lo sucedido, el arquero del Everton contrató a varios guardaespaldas que fueron vistos en las afueras de la mansión de Cheshire en la que Pickford vive junto a su esposa Megan y su hijo de un año de edad.
