Brasil defiende su sistema ante presión de EE.UU.
PIX, el revolucionario sistema de pagos instantáneos creado por el Banco Central de Brasil, está en el centro de una disputa internacional luego de que el Gobierno de Donald Trump abriera una investigación por supuestas prácticas anticompetitivas. La medida, que irritó tanto al Ejecutivo de Lula da Silva como a la ciudadanía, ha tensado aún más las relaciones entre ambos países.
Utilizado por el 76 % de la población, PIX permite transferencias gratuitas y en segundos, lo que ha desplazado el uso del efectivo y reducido la dependencia de tarjetas de crédito, que imponen comisiones elevadas. Microemprendedores como Ana Luciana celebran su gratuidad y facilidad: “La tecnología está mejorando y nosotros la usamos con seriedad”.
Frente al reclamo estadounidense, el Gobierno brasileño respondió con una campaña nacionalista: “El PIX es nuestro, my friend”. La Federación Brasileña de Bancos aclaró que el sistema no es un producto comercial y que promueve la competencia.
Expertos como Paul Krugman y Ralf Germer destacan la innovación del sistema, que ha dejado atrás a gigantes como Visa y MasterCard. Para analistas brasileños, la ofensiva de Trump es más política que económica, motivada por su apoyo a Bolsonaro, acusado de intento de golpe de Estado.
