Vladimir Putin aprobó recientemente una actualización en la doctrina nuclear de Rusia, estableciendo nuevas condiciones bajo las cuales el país consideraría utilizar su arsenal nuclear. Según los cambios aprobados, cualquier ataque de un estado no nuclear respaldado por una potencia nuclear será tratado como un asalto conjunto a Rusia, lo que amplía las circunstancias en las que Moscú podría recurrir a sus armas nucleares.
La actualización, que fue propuesta en septiembre y aprobada el martes, coincide con el 1,000º día de la guerra en Ucrania. También se produce poco después de la decisión de Washington de permitir a Ucrania lanzar misiles de largo alcance ATACMS hacia territorio ruso, lo que ha generado una fuerte reacción desde Moscú.
Los nuevos lineamientos de la doctrina indican que un gran ataque convencional contra Rusia, utilizando misiles, drones o aeronaves, podría justificar una respuesta nuclear. Igualmente, cualquier agresión contra Bielorrusia o una amenaza significativa a la soberanía de Rusia será vista como una razón suficiente para considerar una represalia nuclear. Además, la doctrina ahora incluye a países miembros de coaliciones como posibles objetivos en caso de agresión, ampliando así el número de actores y tipos de amenazas que podrían activar una respuesta nuclear.
El Kremlin defendió la modificación, indicando que es un texto “muy importante” que debería ser estudiado a fondo por otros países. Esta aprobación se produce en un contexto de creciente tensión entre Rusia y Occidente, y la advertencia del Kremlin de que cualquier ataque estadounidense dentro de territorio ruso sería considerado como una intervención directa en el conflicto.
Aunque Putin ha amenazado anteriormente con el uso de armas nucleares, la comunidad internacional, especialmente Ucrania, ha criticado estas declaraciones como una forma de “apretar el sable nuclear” para evitar que sus aliados continúen brindando apoyo militar a Kiev.
Con estos cambios, Rusia refuerza su postura defensiva, mientras intensifica la retórica sobre el uso de armas de destrucción masiva en un conflicto cada vez más globalizado.