Desde este miércoles, los viajeros dentro de Estados Unidos deben presentar una identificación compatible con el sistema REAL ID para abordar vuelos domésticos y acceder a edificios federales, tras casi 20 años de postergaciones desde que la ley se aprobó en 2005 como parte de una recomendación posterior al 11-S.
En todo el país se registraron largas filas en las oficinas del Departamento de Vehículos Motorizados (DMV), y varios estados, como California e Illinois, habilitaron horarios extendidos para cubrir la alta demanda. Aunque el 81% de los estadounidenses ya tiene una identificación válida, muchos aún enfrentan confusión y demoras.
El Departamento de Seguridad Nacional aclaró que quienes no cuenten con un REAL ID aún podrán volar si pasan controles adicionales. Documentos como pasaportes e identificaciones tribales también seguirán siendo válidos.
Michael Aceto, en Pensilvania, calificó el trámite como una “gran pérdida de tiempo”. Otros, como Marion Henderson en Mississippi, se apresuraron para evitar el vencimiento del plazo.
Funcionarios recomendaron que quienes no tengan viajes próximos pospongan su trámite para evitar el colapso de oficinas. La implementación busca aumentar la seguridad y autenticación en puntos de control, según explicó la TSA.
La medida marca un cambio importante para los viajes internos en Estados Unidos, en especial ante el inicio de la temporada alta de verano.

