Más de 230.000 personas de escasos recursos de Alto Paraná accedieron a la alimentación durante la emergencia sanitaria por el covid-19, a través de ollas populares activadas mediante un trabajo interinstitucional y el voluntariado de más de 8.300 personas.
Las instituciones que hicieron posible que los alimentos lleguen a todas esas personas son el Gobierno Nacional, Itaipu, la Gobernación, los municipios, la Pastoral Social de la Iglesia Católica y el aporte de más de 8.300 voluntarios, quienes ofrendaron su tiempo para hacer posible la ayuda humanitaria.
El director general paraguayo de Itaipu, Ernst Bergen, calificó de “heroica” la labor de estas personas, por ser fundamental para lograr la distribución de millones de raciones de alimentos en 15 distritos del décimo departamento del país.
“Estas personas son los verdaderos héroes que trabajan ad honorem por su país, por su gente, por su pueblo. Nosotros calculamos que hemos distribuido últimamente más de 21.600.000 porciones de comida en Alto Paraná para tratar de ayudar a la comunidad, con todo el equipo de trabajo de la zona”, manifestó el titular paraguayo de la Binacional, durante la inauguración de las obras de ampliación del Hospital Distrital de Hernandarias.
Destacó que en lo que va de la pandemia, Itaipu, lado paraguayo, ya invirtió cerca de 20 millones de dólares para cooperar con el fortalecimiento del sistema de salud pública y brindar ayuda alimentaria a las familias en situación vulnerable, mediante la provisión de insumos para el funcionamiento de 1.358 ollas populares en Alto Paraná.
Entrega de reconocimiento
Como parte del reconocimiento al trabajo de los voluntarios, Itaipu inició este martes la entrega de delantales y gorros de cocina a las personas encargadas de las ollas populares, de modo a facilitar la tarea de elaboración y distribución de los alimentos. El reconocimiento también incluye la entrega de pergaminos a cada voluntario con el nombre de la comunidad donde funcionan las ollas populares.
“Estamos contentos con la ayuda de Itaipu, la Municipalidad y la Pastoral Social. Mediante este trabajo conjunto recibimos una ayuda muy importante, porque hay mucha gente necesita, que está sin trabajo y carece del pan de cada día. Es muy valioso el apoyo”, expresó Rossana Giménez, voluntaria de la olla popular de la Colonia Acaraymi de Hernandarias, tras recibir el reconocimiento de la Binacional. Se trata de una localidad indígena donde las ollas populares permiten alimentar a 216 familias.