El Gobierno ruso acusó este jueves a Polonia de “desestabilizar la situación en Ucrania” con el fin de “usarla contra Moscú” y mantener un papel de antagonismo en la arena internacional. La portavoz del Ministerio de Exteriores, Maria Zajárova, respondió a las críticas del primer ministro polaco, Donald Tusk, quien había denunciado provocaciones rusas en Europa.
Según Zajárova, Varsovia habría “explotado la cuestión geopolítica en torno a Ucrania para sostener futuras confrontaciones”, incluso desde antes del estallido de la guerra. En esa línea, recordó que Polonia habría facilitado entrenamiento a manifestantes del Euromaidán en su territorio y ejercido influencia en la política interna ucraniana.
La funcionaria recalcó que es “imposible descartar” que Polonia busque un conflicto directo con Rusia, aunque calificó de falsas las versiones que sostienen esa tesis. “Han provocado una crisis e introducido conceptos para luego imponerlos en la política ucraniana”, subrayó.
Las declaraciones, recogidas por la agencia TASS, se producen en un contexto de máxima tensión entre Moscú y Varsovia, con acusaciones cruzadas sobre injerencia, seguridad fronteriza y el rol de la OTAN en la región. Para Rusia, Polonia ha sido uno de los países europeos más activos en respaldar a Kiev con armamento, sanciones y presión diplomática.
El nuevo choque verbal refleja el deterioro de las relaciones bilaterales, marcado por la guerra en Ucrania y el endurecimiento del bloque occidental frente al Kremlin.