El miércoles, tres militares testificaron bajo juramento ante el subcomité de la Cámara de Representantes de Estados Unidos encargado de investigar los «fenómenos anómalos no identificados» (UAP, por sus siglas en inglés), desatando un gran interés público. David Grusch, ex oficial de inteligencia, aseguró que el Gobierno de Estados Unidos no solo oculta naves de origen extraterrestre, sino también evidencias claras de «inteligencia no humana».
Aunque Grusch admitió no haber sido testigo presencial de estos eventos, afirmó haber recopilado información suficiente para conocer «la localización exacta» de las naves y las muestras biológicas asociadas. Afirmó que los avistamientos de estos objetos no son raros ni aislados, sino que son una rutina.
Además de Grusch, dos militares más, David Fravor y Ryan Graves, también testificaron sobre sus experiencias de avistamiento de objetos voladores no identificados en diferentes ocasiones. Fravor describió un encuentro que tuvo en 2004 con artefactos con forma de cápsula, capaces de realizar maniobras imposibles con la tecnología actual. Graves, por su parte, señaló haber observado objetos que cambiaban rápidamente de posición estacionaria a velocidades supersónicas sin explicación.
Este testimonio se suma a los esfuerzos de desclasificación de información sobre UAP llevados a cabo por el Gobierno de Estados Unidos en los últimos años. Aunque se han liberado algunos vídeos y se han creado comisiones para investigar estos fenómenos, la opacidad persiste y las respuestas concretas siguen siendo esquivas.
A pesar de la falta de evidencia concluyente, el Congreso ahora exige al ejecutivo que revele todos los datos disponibles sobre el tema. Mientras tanto, el misterio y la especulación en torno a la existencia de vida extraterrestre continúan, generando debates y expectativas en la opinión pública.
Es importante destacar que, si bien este testimonio aporta nuevos elementos a la discusión, aún no se ha obtenido una respuesta definitiva sobre la naturaleza y origen de los OVNIs. El análisis científico de estos fenómenos sigue siendo complejo debido a la falta de datos de alta calidad. La incógnita permanece, y tanto la comunidad científica como el público en general esperan con curiosidad cualquier información adicional que pueda arrojar luz sobre este enigma.
