Más de 80 dotaciones de bomberos trabajan contrarreloj en la búsqueda de sobrevivientes debajo de los escombros que quedaron de la torre colapsada en Miami, donde vivían familias y se hospedaban turistas de distintas partes del mundo, entre ellos, la familia López Moreira-Pettengill.
Tras varias horas de tareas, el jefe asistente de Bomberos confirmó que se escuchan sonidos debajo de los restos del edificio. La inspección comenzó por arriba de los escombros, pero luego los rescatistas comenzaron a trabajar desde el estacionamiento del subsuelo. Emplean sonares, cámaras y perros de búsqueda. A 5 cuadras del complejo Champlain Towers, se montó un centro de operaciones donde asisten a familiares que esperan noticias de sus seres queridos.
LA SECUENCIA DEL DERRUMBE
Víctimas y desaparecidos
Hasta el momento se reportaron cuatro muertos – la división de Homicidios trabaja en la identificación de las víctimas fatales – y al menos dos heridos hospitalizados. La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, confirmó que alrededor de 120 personas lograron salir o fueron rescatadas de entre los escombros. Hay al menos 159 desaparecidos, entre los que se encuentran Luis Pettengill, Sophia López Moreira, Lady L. Villalba, y tres menores de edad
El complejo Champlain Towers
El condominio de 12 pisos está localizado en la esquina en Avenida Collins y 88, y la parte que da al mar, donde ocurrió el colapso, se había construido en 1981. De los 136 departamentos, aproximadamente 80 estaban ocupados. El complejo contaba con canchas de tenis, gimnasio, sauna, playa privada, piscina climatizada, estacionamiento subterráneo y seguridad las 24 horas. Los precios de las unidades de dos habitaciones oscilan entre los 600.000 y 700.000 dólares.
El impactante contraste tras el colapso
Hipótesis
Si bien no hay por el momento información oficial, el alcalde Charles Burkett descartó que se tratara de un atentado. «Es como si hubiese explotado una bomba, pero estamos muy seguros de que una bomba no explotó, así que es otra cosa», dijo. Los vecinos aportaron algunos datos que pueden ser materia de investigación: según señalaron, había una inundación en el subsuelo y se estaban realizando tareas de reparación en el techo. El ingreso de agua de mar de forma subterránea es la hipótesis que abonó el canciller Felipe Solá desde Nueva York.
FUENTE: La Nación (Arg)
