Chile enfrenta la peor ola de incendios forestales en su historia reciente, cobrándose la vida de más de 100 personas y dejando entre 3,000 y 6,000 viviendas calcinadas en los departamentos de Valparaíso, O’Higgins y la Araucanía. La magnitud de la tragedia ha llevado al presidente Gabriel Boric a declarar el estado de excepción.
Los incendios, que han afectado tanto zonas rurales como urbanas, han consumido barrios enteros y se han visto exacerbados por la sequía que azota la región. Algunos de los incendios se consideran intencionados, según las autoridades. Se estima que más de 370 personas están desaparecidas, y se teme que la cifra de víctimas aumente a medida que avancen las labores de rescate.
En respuesta a la emergencia, alrededor de 1,400 bomberos, apoyados por personal militar y miles de voluntarios, han sido desplegados para combatir los incendios y asistir a las comunidades afectadas. La situación sigue siendo crítica, y se espera un esfuerzo conjunto para enfrentar la devastación y proporcionar ayuda a los damnificados.
