La chica que se llama María Manuela Fernández, es argentina y es analista en Recursos Humanos, explicó por medio de su cuenta de LinkedIn que se postuló para una vacante en una consultaría, pero nunca se imaginó que no la contrarían porque sonreía mucho.
«Me postulé hace un mes para ser selectora en una consultora, mantuve la entrevista de trabajo, pero luego me dijeron ‘preferimos seguir con otra persona’. Eso era muy entendible, no es la primera vez que me pasa. Después me postulé para otra vacante, y resulta que era la misma empresa, esta vez, la entrevista fue realizada por otra persona. Y hoy me llegó este correo electrónico: ‘Sonreíste demasiado, te reíste, fuiste demasiado simpática’ y esa es la razón por la que me eligieron para el puesto», indicó.
Su mensaje lo acompañó de una captura de pantalla del correo que le envío su reclutador en donde le explicaba los motivos por el que fue rechazada del trabajo.
«Hola Manuela, gracias por tu CV, quería aclarar que soy compañero de Marcelo, el chico que te entrevistó hace tres semanas aproximadamente, la vacante es la misma y te recuerdo que no habías quedado seleccionada», comenzó el mensaje del reclutador.
«Te recuerdo el feedback: nos pareció interesante tu C.V. y lo que tienes para aportar a una empresa. Pero sonreíste demasiado, te reíste, fuiste muy simpática y no nos parece muy profesional una persona que se sonríe toda la entrevista. No es nada personal, solo creemos que eso puede afectar al desempeño de tu carrera en un futuro. Es solo un consejo, a veces ser extrovertido denota falta de compromiso y seriedad», le dijeron.
