Un noveno sospechoso del atentado en la sala de conciertos de Moscú, que dejó 144 muertos, ha sido detenido en Rusia. Se trata de un ciudadano tayiko de 24 años, Nazrimad Lutfulloi, que se encuentra en prisión preventiva acusado de «terrorismo».
Las autoridades rusas siguen investigando la trama terrorista y han detenido a un total de nueve personas, cuatro de ellas presuntos autores materiales del ataque. También se ha arrestado a varios sospechosos de haberlos ayudado.
El grupo Estado Islámico (ISIS) ha reivindicado el atentado, pero las autoridades rusas insisten en la posible participación de Ucrania, país con el que se encuentran en conflicto desde hace más de dos años.
Los investigadores afirman que los atacantes recibieron dinero y criptomonedas desde Ucrania para preparar el crimen. También se sospecha que representantes de los servicios especiales ucranianos podrían estar involucrados en la organización y financiación del ataque.
Ucrania ha negado rotundamente cualquier participación en el atentado, mientras que Estados Unidos asegura tener pruebas de que fue llevado a cabo por la rama afgana de ISIS.
Las investigaciones también apuntan a una posible conexión con «nacionalistas ucranianos», una afirmación que Estados Unidos ha calificado de «propaganda infundada».
En paralelo, en Tayikistán han sido detenidas nueve personas presuntamente vinculadas con los acusados del atentado.
La investigación del atentado en Moscú sigue siendo compleja y aún quedan muchas preguntas por responder. Las autoridades rusas están trabajando para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.
Este nuevo arresto es un paso importante en la investigación, pero aún queda un largo camino por recorrer para comprender las ramificaciones de este terrible atentado.
